Por más de 100 años, la esperanza de vida al nacer de los chilenos ha ido en constante aumento. Asimismo, la tasa de mortalidad general y la tasa de mortalidad infantil han ido en constante descenso. En 60 años, nuestro país pasó de tener el mismo nivel de mortalidad infantil que el promedio de América Latina en 1960, a ser el segundo de la región con menos mortalidad infantil en 2020, superado solo por Uruguay. 

Por cada 1.000 nacimientos con vida en Chile, solo 7 infantes fallecen antes de cumplir 5 años, alejándose del promedio de América Latina (14) y acercándose al nivel de países desarrollados: EE.UU. (6) y Nueva Zelanda (5).